Relato Jose Antonio García García

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No es un personaje de ficción llevado a la pantalla, es una dura enfermedad que invade de golpe tu vida y la de quien “te cuida”.

         Un despiste poco habitual, una actitud diferente, acciones totalmente fuera de lugar, empiezan a despertar esas dudas que por más que intentas refugiarte en, no, no me está pasando esto….., a pesar de que viste a otro ser querido en otra etapa de tu vida anterior, ves como en este caso, TU MADRE, sigue la misma senda y se adentra en esta terrible, difícil y lo que es peor, enfermedad degenerativa sin solución a día de hoy, “ Alzheimer” .

         Y ¿quien es Benjamin Button?, pues muchos recordarán esa increíble historia llevada a la pantalla en la que un extraño personaje nacía con una fisonomía absolutamente envejecida e iba creciendo al contrario que el resto de los que le rodeaban, creciendo y haciéndose cada vez más joven hasta que volvía al fin de sus días hecho un bebé.

         Pues algo así nos trae esta maldita enfermedad y ves como la persona que en mi caso me dio la vida, me crió, crecí a su lado y ahora que podría disfrutar de ella, ves como los que ahora son tus hijos van creciendo, haciéndose adultos y orientando sus vidas, es esta la que comienza a realizar un giro brusco y vuelve hacia atrás en su mente haciéndola cada vez más vulnerable y convirtiéndose en la hija más pequeña, demandando los mismos cuidados que una criatura así requiere, es decir, te tienes que encargar de alimentarla, de su higiene, de su aprendizaje, de intentar que no olvide a sus seres queridos, o bueno, los que van quedando, porque unos se fueron por ley de vida y otros huyeron de repente como si de la peste se tratara, ya sean familiares directos o los que creías eran amigos íntimos, pues si, de repente ya no están.

         Y llegado este momento, además de llorar en la intimidad y a veces explotar de rabia por vivir esta situación que cada día se hace más difícil de llevar, ¿qué hacer, cómo actuar, a quién acudir?

         Pues te ves obligada a actuar, buscas acercarla lo máximo a ti para poderla atender intentando conciliar con tu vida familiar con  tus hijos, tu marido, también protagonistas directos de la situación. La sacas de su casa que para ella es su palacio y la traes a otra en la que se siente ajena pero que intentas que se sienta como en casa y le traes sus principales pertenencias, sus recuerdos, sus fotos para que el cambio sea lo más leve posible.

         Pero necesitas más ayuda, profesional y de personas cercanas que te ayuden a llevar este duro trance. Pues de repente y después de irte asesorando y preguntando encuentras un nuevo hogar para ella, rodeado de cariño, de profesionalidad de cuidados y atenciones constantes, sus nuevos “ángeles de la guarda” de la Asociación AFA Huelva y no solo para ella, sino para nosotros, los cuidadores, que nos apoyan, nos forman, nos orientan pero sobre todo, NOS AYUDAN.

         Organizando talleres formativos, charlas con profesionales, jornadas de convivencia con otros cuidadores y familiares, actividades de voluntariado y un sin fin de actividades para ayudar a nuestros familiares enfermos y muy directamente a nosotros los cuidadores.

         No, no es Benjamin Button y no es ficción, es Alzheimer y es una durísima enfermedad. Y no es una actriz, es mi Madre y se llama Lola, una persona real que ha cambiado su vida debido a esta enfermedad convirtiéndose en una niña que requiere de todo mi cuidado y atención,  y por supuesto que también ha cambiado mi vida y la de los míos, haciendo que todo gire en función de ella, pero que gracias a AFA Huelva, esta increíble historia real se hace más fácil de llevar.

          GRACIAS, GRACIAS, MIL GRACIAS AFA

 

Huelva, 26 de noviembre de 2018.

Mª. Dolores Rodríguez García
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Servicio Andaluz de Salud
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Salud Responde
Sociedad Andaluza de Neurología

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